lunes, 16 de febrero de 2009

Ellos, ellos, ellos...y nosotros que?


Ellos discutían en voz baja, tal vez  pensando que así nos van a causar menos dolor, en realidad son susurros, no sé qué se dicen pero sé que no son cosas agradables.

 Estoy cansada de esto, me canse desde el primer momento en que me entere.



Cada vez es más difícil consolar a mi pequeño hermano púber porque cada día estoy mentalmente menos fuerte que el anterior.

 

El tiene siempre mi apoyo pero yo a quien tengo ¿?

 

A esos dos que cambiaron la rutina de quererse para ahora odiarse ¿?

 

No, ellos ahorita están ocupados… uno intentando hacer pagar por lo que le hizo y el otro por ser perdonado.

 

¿A quién tengo yo para que haga el papel de "hombro de apoyo"?






Nadie?¿

 

Bueno tengo a mis cigarros y a mi hermosa azotea que siempre están disponibles para mí a cualquier hora del día, dispuesto a consolarme o simplemente a escucharme tararear equis canción que ese día no pudo desprenderse de mi mente.

 

Anoche fue una de esas noches en la que esos dos no paraban y me fui  “a mi lugar favorito” y subí hasta los más alto y… grite, si… ¡GRITE!

Algo tan simple como eso  me hizo sentir el alivio más grande que he sentido en estos últimos meses, ahorita mis palabras no llegan a tanto como para describir lo que sentí en eso 10 minutos de gritería intensa, loco no?¿

 

Simplemente fue fascinante para mí.

 






Es fácil para mi estar triste en estos días